Cuenca aumentará las jaulas para regular la población de palomas tras retirar el año pasado unas 1.000

Actualmente están instaladas dos jaulas en el mercado de abastos, que suponen un 80% de las capturas; y otras dos en el colegio Ciudad Encantada. Está previsto aumentar su número hasta siete

El Ayuntamiento de Cuenca tiene previsto aumentar el número de jaulas para el control de la población de palomas en el municipio tras conocer los datos de ejemplares retirados el pasado año, según ha avanzado el concejal de Servicios Sociales, Adrián Martínez Vicente

Vicente ha precisado en el último Pleno que las colonias de palomas en la capital conquense son controladas mediante la empresa Anticimex con la que está contratado el servicio de gestión y control de plagas. «Actualmente  el sistema de control es mediante la retirada selectiva con jaulas. Las palomas se retiran, como mínimo, tres veces a la semana. Se dispone de dos jaulas en el tejado del edificio del mercado y otras dos en el colegio Ciudad Encantada. En total, hay cuatro. Es cierto que visto el número que se ha retirado en el año 2020 se tiene intención de subir hasta los siete puestos de captura. En 2020 se han retirado aproximadamente 1.000 palomas, siendo de la zona del mercado de abastos en torno a 800.

El edil también ha precisado que la retirada de los ejemplares capturados se realiza «en el menor tiempo posible una vez que han caído. Las jaulas están dotadas de agua y comida y en momentos de inclemencias meteorológicas se dejan abiertas para que esas inclemencias no afecten a los animales y puedan entrar y salir sin problema. Las palomas retiradas se llevan en vehículos autorizados a una explotación de cría de palomas».

La explicación de Martínez Vicente respondía a una pregunta formulada por la concejala de Cuenca En Marcha, Mª Ángeles García, para conocer «qué mecanismos de monitorización y control está llevando a cabo el equipo de gobierno para gestionar la presencia de palomas especialmente importante en Cuenca como Ciudad Patrimonio de la Humanidad», dado el perjuicio que suponen para la salubridad y los daños en los bienes culturales