La creación de un eje turístico y cultural que una conjuntamente Cuenca, Aranjuez y Toledo -localidades con bienes declarados Patrimonio de la Humanidad- volvió a tratarse en el pleno municipal de la villa madrileña. Lo abordó la Agrupación Ciudadana Independiente por Aranjuez (ACIPA), una formación que cuenta con 2 de los 25 de los concejales de su Corporación, de manera tangencial en su argumentación para defender una proposición de mejora de la línea de autobuses interurbanos de su municipio con la capital toledana.
ACIPA, que forma parte de la oposición al Gobierno local de PP y VOX, lamentó cómo se han ido frustrando varios proyectos que buscaban sinergias entre provincias. En el caso del eje Cuenca-Aranjuez-Toledo recordaron que «la iniciativa no partió de un partido local como el nuestro sino directamente de los máximos responsables políticos de ambos territorios». En septiembre de 2021 la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso y el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha Emiliano García-Page, según indicaaron, avanzaban la redacción de un estudio para materializar un eje cultural y turístico “para revitalizar Aranjuez”. En palabras de la presidenta regional madrileñaa Aranjuez “es un municipio clave y seguro que si ponemos de nuestra parte entre ambas administraciones y con todo el potencial y patrimonio artístico y cultural que tiene, podremos hacer esa oferta para todas las personas que nos visitan”.
Desde ACIPA destacan que «casi cuatro años después desconocemos si dicho estudio se ha realizado, qué datos ha arrojado o qué iniciativas ha generado, pero podemos decir sin temor a equivocarnos que Aranjuez, hoy, está más lejos que nunca de ambas capitales».
Ciudades, destacan desde el partido local, «con las que compartimos, además de ser Patrimonio de la Humanidad, vínculos históricos, culturales y hasta fluviales». En ese sentido lamentan que la línea de tren convencional que les unía con la capital de las Casas Colgadas «también ha sido bochornosamente cercenada y las comunicaciones con Toledo siguen siendo tan malas como hace más de 20 años, con el cierre de la línea férrea».