«A lo largo de marzo espero que se vayan reduciendo las medidas pero vamos a tener que mantener una alerta»

Entrevista a Juan Luis Bardají, gerente del área integrada de Cuenca y del Hospital Virgen de la Luz

Juan Luis Bardají es el gerente del Área de Salud Integrada de Cuenca y del Hospital Virgen de la Luz. A él le ha tocado gestionar las últimas olas de la pandemia hasta llegar a la de ómicron, que algunos especialistas consideran que puede ser la última que nos preocupe como hasta ahora. Una ola que ha dejado miles de contagios en nuestra provincia y un significativo número de fallecidos, que ha supuesto una sobrecarga importantísima para los recursos de la Atención Primaria pero que parece que está tocando a su fin. Bardají analiza en esta entrevista la situación pandémica actual y las perspectivas de futuro que tenemos por delante.

– ¿Cuál es la situación actual del hospital tanto en cuanto al Covid como en el resto de la atención hospitalaria?

En cuanto al Covid es evidente que estamos en fase de retroceso, lo que no quita que todavía tengamos que reservar una planta para los pacientes Covid. En este momento tenemos 16 personas ingresadas, mientras que hace tres semanas estábamos por encima de 50. Tenemos 15 en planta y 1 en UCI y estamos en una fase de aquiescencia en que están desde hace unos días equilibrados los ingresos con las altas Covid, teniendo en cuenta una cosa importante que es que por enfermedad Covid son aproximadamente la mitad o algo menos de ese número, otros pacientes han ingresado por otras patologías y al hacerles la PCR dan positivo porque ya sabemos que esta cepa ómicron se ha colado por todos los entresijos de la sociedad.

Hay que dejar claro entonces que no es lo mismo los ingresos por Covid que los ingresos con Covid por otras patologías.

Es evidente, la gente se ha estado haciéndose tests de antígenos muchos con síntomas por otros muchos sin síntomas que han dado positivo y como ya se nos anunció desde que apareció la variante ómicron tiene una enorme transmisibilidad pero su morbilidad y letalidad es menor que las de las cepas anteriores.

– Hay una cosa que llama la atención y es que aunque ómicron es menos agresiva que las anteriores sí que estamos teniendo unas cifras altas de fallecidos. No sé si también hay que ponerlas en cuarentena por lo mismo que las de contagios.

Le voy a dar un dato: en las últimas dos semanas en el hospital de Cuenca, teniendo en cuenta que no toda a la provincia se le atiende en él, ha habido diez fallecidos, con una media de edad de casi 80 años, de hecho la mitad tenían más de 90. Estuve revisando las patologías y había muchas patologías múltiples en personas mayores que tienen una gran morbilidad, en estos casos el Covid no ayuda, lógicamente, pero tampoco se puede considerar sensu estricto fallecidos por Covid, pero hay que contabilizarlos así porque han dado positivo en la PCR previa a su ingreso.

“Es cierto que hay un exceso de mortalidad como ocurre con otras epidemias como la gripe pero el perfil es de personas muy mayores y con muchas comorbilidades”

O sea, que podemos decir que el perfil de los fallecidos ya no es como el de otras olas y está más acotado.

Sí, previamente estábamos hablando de que había bastante gente joven con alguna comorbilidad pero ahora el perfil de la ómicron es diferente. Es cierto que hay un exceso de mortalidad como ocurre con otras epidemias como la gripe pero el perfil es de personas muy mayores y con muchas comorbilidades.

– ¿Ómicron es ya la única variante activa o se detectan positivos de otras?

Ahora es 100% ómicron. Cuando empezó esta variante sí es verdad que se superpuso con la delta pero se notaba la diferencia porque los pacientes que había en UCI muy malos eran de la delta y con la ómicron empezó a cambiar el perfil de esos enfermos de UCI. Los pacientes que afortunadamente van saliendo ahora de UCI gracias al esfuerzo de los profesionales no eran de ómicron, lo cual no quiere decir que ómicron no pueda producir una neumonía grave. El perfil de entonces era un paciente no vacunado, jóvenes, era otro perfil diferente al de ahora.

No sé si es un deseo más que una certeza pero sí que todos pensamos que esta sexta ola está decayendo indefectiblemente y que nos avocamos a un escenario de pasar de una pandemia a una endemia. ¿Cree que es así o que estamos pecando de optimistas?

Yo pienso, y sobre todo quiero pensar, que sí, que esto es la evolución natural. Hablando en algunos foros comenté que el objetivo de una infección vírica, de un virus y su ADN no es matar porque si mata a su huésped no se perpetúa y su objetivo es
permanecer, quedar inmanente como otros coronavirus que hay en la nariz habitualmente u otros rinovirus que están ahí con nosotros y son patógenos en circunstancias determinadas. Quiero creer que estamos llegando a ese punto después de muchísimas variantes, porque cuando hablamos de variantes hablamos de grandes tipos, pero luego ha habido cientos y cientos de subvariantes, y quiero suponer que esto se nos va a quedar aquí, ojalá, porque hemos sufrido todos muchísimo. Ese es nuestro deseo y parece ser que no ha habido nuevas cepas.

En algunos países de nuestro entorno se han eliminado las cuarentenas y hace muy pocos días el presidente regional, Emiliano García-Page, defendía también el fin de esas cuarentenas salvo en casos con complicaciones. ¿Cuándo, desde un punto de vista médico, cree usted que podamos tener ese escenario en el que no haya que hacer cuarentenas y en el que podamos ir abandonando las mascarillas en interior?

Difícil pregunta porque a veces hay decisiones, y no lo digo por nuestro país sino por otros, que se toman más por cuestiones
políticas que sanitarias. A lo largo de marzo espero que se vayan reduciendo las medidas pero vamos a tener que mantener una
alerta. Quitar las mascarillas en interior lo veo complicado, de hecho diversos colectivos sanitarios están en desacuerdo entre sí con las medidas a tomar. Lo que está claro es que esto es cholismo puro, partido a partido y viendo cada día, cada semana, como evoluciona esto porque en dos años hemos aprendido bastante y no debemos seguir tropezando. Esta es la sexta vez que se nos han puesto los pelos de punta y aunque esta ola haya sido de menos morbilidad hemos llegado a tener dos plantas completamente dedicadas a Covid y algún momento con apuros de camas pensando en abrir una tercera planta. Esta pandemia nos ha enseñado a todos que hay que ser prudentes, muy prudentes. Las medidas se toman para proteger a la población y desescalar demasiado rápido puede llevar a tomas medidas populares pero no coherentes.

“Quitar las mascarillas en interior lo veo complicado, de hecho diversos colectivos sanitarios están en desacuerdo entre sí con las
medidas a tomar”

Todo esto lógicamente apoyado en la vacunación, porque por mucho que ómicron no sea tan letal como las cepas precedentes esta situación se ha controlado por el gran porcentaje de vacunación. ¿Cómo está la vacunación de la dosis de refuerzo y la de los niños de 5 a 12 años?

Es evidente que hay un sesgo en la observación de cómo se ha comportado ómicron en base a la extensísima vacunación. Con dos dosis tenemos prácticamente a todo el mundo vacunado. Con la tercera ha bajado porque hay una población que es algo reticente a ponérsela, estamos en el 54% de mayores de 18 años. Hemos hecho todos los esfuerzos que estaban en nuestra mano para vacunar al mayor segmento de la población, con campañas en los centros de salud, campañas masivas en Tarancón y en Cuenca hemos tenido dos meses abierta La Hípica y ahora la hemos quitado pero seguimos vacunando en el policlínico, así que el que se ha querido vacunar lo ha hecho. Además ha habido muchísima gente que se ha contagiado sin haberse puesto la tercera dosis y tienen que demorar la vacuna hasta un máximo de cinco meses. Nosotros vamos a mantener el esfuerzo vacunal por todos los medios. 

Y un poco lo mismo ha sucedido con los niños, estamos en un 52% de la población de 5 a 11 años porque los niños se han contagiado mucho y se han puesto muy poco malitos. Por medio de las pruebas diagnósticas sabemos que lo han tenido pero debemos demorar su vacunación. Por eso yo espero que dentro de uno o dos meses suban los porcentajes de vacunación.

– Hay que tener en cuenta en estos porcentajes que en esta ola ha habido muchísimos contagios y que a esas personas no se les puede vacunar de inmediato pero que sí que están inmunizadas de forma natural.

Así es, por eso se está recomendando esperar hasta cinco meses como máximo para la tercera dosis para estas personas porque se ha sumado la inmunidad natural.

– Le voy a hacer la gran pregunta. ¿Esta va a ser, como dicen algunos expertos, la última ola que nos preocupe de esta enfermedad?

Una cosa es ser experto y otra ser adivino. Ojalá, realmente sólo puedo expresar un deseo, ojalá sea la última y podamos retornar a la vida que hacíamos en 2019.

Una de las cosas que hicimos en 2019, aunque parcialmente porque ese año cayó agua a manta, fue celebrar y vivir la Semana Santa como siempre. Estamos cerca de estas fechas y me gustaría que desde su posición como responsable del Área Integrada de Salud de Cuenca nos hiciera un análisis de cómo puede ser la próxima Semana Santa y cómo nos debemos comportar, ya que todavía estaremos en una situación de pandemia.

Nos irán diciendo desde el consejo interterritorial de salud y las autoridades de salud pública cómo tenemos que comportarnos,
pero lo lógico es comportarnos con lógica y valga la redundancia. Yo no solo deseo sino que creo que sí habrá Semana Santa pero será muy importante mantener las medidas que hemos venido manteniendo. Hay que comportarse con sentido común, usar
adecuadamente, la mascarilla, mantener la distancia, la higiene de manos, etc.

“Yo no solo deseo sino que creo que sí habrá Semana Santa pero será muy importante mantener las medidas que hemos venido manteniendo”

– ¿Sobre todo en interiores?

Y en exteriores, porque en Semana Santa hay aglomeraciones en muchos momentos y hay que tener cuidado.

Le pregunto ahora por la Atención Primaria, que ha sido la que más se han tensionado en esta sexta ola. ¿Cómo está ahora mismo?

Lo primero que tengo que hacer es romper una lanza por todos los profesionales de la Atención Primaria, han trabajado como leones, las sobrecargas han sido muy importantes porque todo el mundo estaba buscando solución inmediata a todos los problemas.

Solamente gestionar las bajas de la gente que tenía Covid ha sido tremendo, es cierto que en un futuro inmediato va a ser
completamente mecanizado pero hoy por hoy se tiene que hacer desde la Atención Primaria. Una cosa muy importante, hemos
recuperado toda la actividad en la Gerencia de Cuenca, tanto en Primaria como en Atención Especializada Hospitalaria estamos al
100%, no hay protocolos de restricción, y eso quiero que quede muy claro y que lo sepa la población.

“Hemos recuperado toda la actividad en la Gerencia de Cuenca, tanto en Primaria como en Atención Especializada Hospitalaria
estamos al 100%”

– ¿Cómo está el personal sanitario tras un esfuerzo de dos años de pandemia con un estrés extraordinario y con una responsabilidad encima abrumadora?

La gente está muy cansada. Quiero hacer una reflexión personal. En el momento en que nos estalló la pandemia como si fuera una maldición bíblica de un día para otro el estupor fue absoluto y los sanitarios no se plantearon si se podían contagiar o no, sólo se plantearon qué es lo que tenían que hacer para ayudar a la gente y así respondieron, lanzándose al trabajo y a la atención. Todos esperábamos que esto bajase un poco más deprisa porque son dos años de mucho cansancio. Si la gente está cansada de llevar mascarilla imagínense el cansancio que hay aquí de estar todo el día con los EPIs, la gente en la Urgencia vestida así todo el día porque no se sabe quién es positivo y quién no. Hay mucho cansancio físico y psicológico, todos tenemos ganas de preocuparnos por las cosas habituales, del día a día, de lo que pasaba antes de esto.

– La última pregunta no tiene nada que ver con lo que hemos hablado hasta ahora pero cómo hace casi un año que no le entrevistamos me gustaría preguntarle cómo va la construcción del nuevo hospital y si hay una fecha estimada para su apertura.

El nuevo hospital va según los planes previstos, se solucionó el problema que había con la torre de alta tensión, con lo cual se pudo finalizar el último de los edificios. Hacia finales de noviembre de este año la obra tiene que estar entregada y de momento se van cumpliendo los plazos. Estamos manteniendo reuniones semanales con el SESCAM para ir poco a poco haciendo todas las gestiones, que son complejas, y vamos en plazos. Va a ser un hospital estupendo y lo que queremos es crear más carteras y más actividad para que no sea sólo un hospital para nuestra gerencia, sino para la atención del entorno y podamos coordinarnos con otras gerencias. Estamos haciendo mucho esfuerzo y tenemos mucha ilusión con el nuevo hospital.