15 años sin el conquense José Luis Coll: «Lo bueno que tiene morirse es que no hay que madrugar»

El 6 de marzo de 2007 fallecía el humorista nacido en Cuenca famoso por el dúo 'Tip y Coll'. Repasamos algunos detalles de su vida y sus mejores momentos

En una España abonada al gris de los televisores y a la sobriedad característica de los años del franquismo, irrumpió una pareja de cómicos que se coló en todas las casas y que hizo historia en el humor español. Ellos eran el dúo Tip y Coll, compuestos por Luis Sánchez Polack y por el conquense José Luis Coll. Este 6 de marzo de 2022 se cumplen 15 años del fallecimiento de Coll tras un derrame cerebral provocado por una caída en Madrid.

Con un humor demasiado absurdo para el público en ocasiones, se llegó a decir de ellos que «si hubiesen nacido en Estados Unidos habrían sido más famosos que Groucho Marx». Con sus característicos atuendos de enterrador del siglo XIX, con sus respectivas levitas y la chistera de Tip frente al bombín de Coll. Se ganaron el cariño del público con sus bromas llenas de chascarrillos, frases hechas y coletillas como «Dame la manita Pepe Luí» o «La próxima semana…hablaremos del Gobierno«. Su sketch más famoso fue el conocido «Cómo llenar un vaso» donde el conquense explicaba algo tan sencillo como llenar un vaso con una jarra al mismo tiempo que Tip le traducía simultáneamente en un francés poco académico. A pesar de que el dúo se terminó separando jamás hubo malas palabras entre ambos componentes. El día que Tip fallecía en 1999, su compañero solo podía expresar: «Esta broma es la única que no te voy a perdonar nunca Luis».

José Luis Coll nunca olvidó su Cuenca natal

A día de hoy la pareja de cómicos siguen siendo referencia del humor patrio. No es muy complicado hacer zapping por la televisión y encontrarse alguna de las intervenciones de Tip y Coll en programas míticos como ‘Galas del sábado’, ‘Lo de Tip y Coll’, ‘La Hora de…’ o ‘625 líneas’. Los humoristas que les han precedido posteriormente, Martes y Trece o Cruz y Raya, no han dudado en homenajearles, y no es difícil encontrar algún guiño en los especiales de Nochevieja de José Mota.

A pesar del éxito, Coll nunca dejó al lado a su ciudad natal. Cuando le preguntaban por su ideología en una entrevista con ABC, él respondía «Llevo 20 años siendo de Cuenca». Cuando la capital conquense decidió en 2018 darle una placa al humorista, su hijo Mario confesaba que «el humor, Cuenca y su Clotilde» habían sido los tres ejes de la vida de José Luis.

Actualmente, la figura del también actor, escritor, guionista y tertuliano, cuenta con una placa en la calle Alfonso VIII en el número 75, donde vivió el humorista los años de su infancia, y un mirador a las hoces a su nombre.

Nacido el 23 de mayo de 1931 en la capital conquense, vivió una infancia complicada, ya que huérfano de padre del que decía “mi padre era un hombre muy humilde, jamás quiso reconocer que era mi padre”, tuvo que ser criado por sus abuelos y familiares porque su madre, una escritora de ideas republicanas, se exilió a Argentina tras la Guerra Civil, donde formó una familia, y no regresó hasta la muerte de Franco.

En una infancia marcada por ese tono trágico y por los correteos por el Casco Antiguo de Cuenca, el joven Coll se formó, estudió Bachillerato y comenzó la carrera de Derecho, sin embargo, sus intereses pronto le llevarían a la capital de España. Con él se cruzó César González Ruano, periodista y escritor que contaba con una casa en la ciudad. González animó a Coll a probar suerte en Madrid como escritor. Este aceptó y con 24 años se trasladó a Madrid donde trabajó en la publicación satírica ‘La Codorniz’ y en Radio Nacional de España. En esa época comenzó a rodearse de artistas como Mingote, Forges o el propio Luis Sánchez.

Imagen RTVE

Corría el año 1955 y el conquense también hacía sus primeras apariciones en escenarios de teatro con obras como ‘Ninette y un señor de Murcia’. Cinco años más tarde aparecería en películas como el clásico de Berlanga ‘El Verdugo’, ‘Los chicos con las chicas’ o ‘Las Ibéricas F.C.’. En 1967 formaba el duo ‘Tip y Coll’, y a pesar de que haber participado en televisión previamente, la presencia de ambos humoristas se dispara.

Con la década de los 90′ asomando, el dúo se desintegró y cada componente tomó su propio camino. Coll siguió presentando proyectos televisivos y participando como colaborador en programas de radio, eso sí, sin el éxito anterior. Además, tuvo una prolífica carrera como escritor, ya que tenía su propio vocabulario que consistía en la mezcla disparatada de dos conceptos. Por ejemplo, «Mamantial: Nacimiento de mamones. Se encuentra fácilmente en terrenos de arribistas».

Terminó sus últimos años haciendo pequeñas apariciones en especiales de televisión y sobre las tablas del teatro. El 6 de marzo de 2007, su humor se apagaba para siempre, y con él lo que quedaba de esa pareja de cómicos que dio color a una España gris. Aunque no hay que perderle «el lado luminoso a la vida», que cantarían los Monty Python. El propio Coll decía que «lo bueno que tiene morirse es que no hay que madrugar»

Los mejores momentos de ‘Tip y Coll’