La incidencia del coronavirus entre los adolescentes multiplica por nueve la de los septuagenarios en Castilla-La Mancha

El grupo de 12 a 19 años registra una tasa de 140,25 casos por 100.000 habitantes y el de 20 a 29 se queda en 110.

El grupo de edad comprendido entre los 12 y los 19 años es el que lidera los contagios en Castilla-La Mancha, según los datos publicados más recientes publicados por el Ministerio de Sanidad, correspondientes al último viernes, el 2 de julio. En esa franja la tasa de incidencia a catorce días alcanza los 140,25 casos por 100.000 habitantes lo que, en los cánones establecidos para medir la alerta entre la población general, supondría riesgo alto.

También supera la barrera del centenar de infecciones (110,51) otro colectivo en el que la vacunación es apenas anecdótica, el de los que soplaron entre 20 y 29 velas en su último cumpleaños. A finales de la semana pasada comenzó oficialmente en Castilla-La Mancha la inoculación masiva de la primera dosis en este segmento demográfico.

A mayor cobertura de vacunación, menos contagios

Con apenas excepciones, a mayor cobertura de vacunación, menos incidencia hay. Así las tasas relativas (siempre en casos por 100.000 habitantes) bajan a 70,73 para el grupo de 30 a 39 años; a 56,87 en el de 40-49 y a 33,82 de 50 a 59.

En el grupo 60-60 (donde muchos vacunados con AstraZeneca esperan aún la segunda dosis) se produce un leve repunte a 34,33 mientras que los que tienen entre 70 y 79 años presentan la tasa más baja de todas: 15,71 casos por 100.000 habitantes. En mayores de 80 el parámetro se sitúa en 19,22 mientras que en los niños (de 0 a 12 años) alcanza los 46.

De este aluvión de números se coligen dos conclusiones esperanzadoras, todavía formuladas con precaución. La primera es que las vacunas están funcionando no sólo para evitar hospitalizaciones y muertes sino también para frenar el ritmo y la cantidad de contagios. La segunda es que, a pesar del repunte de la incidencia general de las últimas semanas, ésta esquiva a los colectivos más vulnerables, aquellos que padecían el COVID-19 de manera más grave.

No obstante, son cifras que también dejan su poso de incertidumbre y aviso: el virus sigue circulando y creciendo y lo hace en grupos en los que, aunque su capacidad de daño es mucho mayor, no están libres de sufrir complicaciones ni secuelas a medio o largo plazo.

La incidencia entre los adolescentes y jóvenes multiplica por nueve la de los septuagenarios en la región, pero está muy lejos de la que se está dando en otras comunidades españolas, según los datos del propio Ministerio de Sanidad. Así, entre los veinteañeros de Cataluña y Cantabria las tasas llegan respectivamente a los 1.054 y 1.017 casos por 100.000 habitantes. En la franja 12-19 años se alcanzan los 778 en tierras catalanas, el máximo del país.