El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha pronosticado este jueves que «antes de que acabe junio o como muy tarde en la primera semana de julio» pueda levantarse la obligatoriedad de llevar mascarilla en los espacios públicos con carácter general.
En un discurso durante la firma de un protocolo para la construcción de infraestructuras en Ciudad Real, el dirigente autonómico ha apuntado que este miércoles gobierno central y comunidades han comenzado a establecer un grupo de trabajo sobre las medidas que se mantendrán y las que se levantarán de cara al verano.
«No me quiero adelantar ni precipitar como presidente autonómico», ha dicho Page, quien ha defendido la conveniencia de que la eliminación de la obligatoriedad de este elemento de protección sea simultánea en el conjunto de España.
El presidente ha señalado que desde la Administración central «nos dan consejos más que otra cosa y nosotros tenemos que seguir desarrollando los decretos» pero ha insistido en extender la relajación de las limitaciones a todo el territorio nacional. «Tenemos derecho a quitarnos a la hipoteca COVID y a estos andamios que nos hemos puesto para protegernos. A quitarnos el medio, que no la prudencia. Porque no hay que olvidar que todos los días siguen muriendo en España cuarenta o cincuenta personas».
Algo que es «muy doloroso desde el punto de vista moral» aunque ese dolor «sea compatible por la alegría por las personas que se salvan, que cada vez son más».
