La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), O.A., ha iniciado el año hidrológico 2025-2026 con un nivel de agua almacenada en los embalses que gestiona que se sitúa en torno al 49%, con alrededor de 1.392 hm3. Se trata de una cifra superior a la del año pasado, cuando se acumulaban alrededor de 1.165 a fecha 1 de octubre. El aumento de las reservas está directamente relacionado con las copiosas precipitaciones que se han acumulado durante el último año hidrológico, destacando los episodios de lluvias registrados durante finales de octubre y principios de noviembre de 2024 y el mes de marzo de este ejercicio.
El estado actual de las reservas de la Demarcación del Júcar permite dejar atrás una situación de “sequía extrema” y escasez generalizada que obligó a decretar restricciones para el suministro e incluso a ejecutar despesques selectivos en embalses como María Cristina, Ulldecona o Beniarrés con el objetivo de garantizar una calidad óptima del agua que almacenaban. “Dejamos atrás un periodo delicado para nuestros embalses gracias al incremento de lluvias que, aunque no ha sido uniforme en el territorio, ha permitido mejorar considerablemente la situación de muchos de nuestros sistemas de explotación”, ha explicado el Director Técnico, Manuel Torán.
Según los datos facilitados por el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), la precipitación media acumulada de toda la Demarcación se ha situado en un valor cercano a los 523 litros por metro cuadrado (el octavo mejor registro de la serie histórica), cuando el año pasado la cifra no alcanzaba los 330. Cabe recordar, además, que el año hidrológico con más precipitación acumulada fue el del 1996-1997 con 600 litros por metro cuadrado y que la media de los últimos 35 años se sitúa en 441.
Respecto a las precipitaciones, como suele ser habitual en la Demarcación, han sido irregulares, con meses más húmedos de lo normal, como octubre y marzo (donde se rozaron los 140 litros por metro cuadrado de media), y periodos más secos, como en los meses de diciembre, enero y febrero. De hecho, episodios de lluvia como los de octubre y marzo permitieron mejorar de forma considerable las reservas de varios embalses. “Nuestra Demarcación se caracteriza por tener sistemas pequeños que se llenan y vacían de forma muy rápida, por lo que su gestión debe ser anual y su estado puede variar rápidamente. El mejor ejemplo lo tenemos en embalses como Forata, que pasó de 5hm3 a estar completamente lleno en cuestión de horas el pasado 29 de octubre. O Ulldecona, que pasó de 0 a 100% en un tiempo similar”, ha subrayado el Director Técnico.
Suministro garantizado
Con el propósito de planificar adecuadamente la próxima campaña de riegos, la Confederación ha previsto celebrar durante la segunda quincena de este mes las sesiones correspondientes de la Comisión de desembalse de otoño. En estos encuentros, se evaluará junto a los usuarios la disponibilidad de recursos para el año hidrológico que acaba de comenzar.
En este sentido, Torán ha destacado que el suministro está “totalmente garantizado” y que no se prevén restricciones en ninguno de los sistemas de explotación, pese a que algunos sistemas todavía siguen con problemas relacionados con la disponibilidad de recursos. De hecho, la Marina Baja continúa en alerta por escasez, y los sistemas de Vinalopó-Alacantí y Serpis están en prealerta, según los indicadores del último Informe de Seguimiento de Sequía correspondiente al mes de septiembre.
Con todo, el Director Técnico ha insistido en la necesidad de seguir aprovechando el recurso lo máximo posible y continuar con una política de gestión centrada en el ahorro. “Siempre mandamos el mismo mensaje:
tenemos que seguir pensando en ahorrar toda el agua posible. Nuestros usuarios lo tienen interiorizado y son conscientes de su importancia, pero no por eso debemos dejar de repetirlo”.
De hecho, los consumos del pasado año hidrológico han sido ligeramente inferiores a los habituales en la mayoría de los casos. Gracias a las copiosas lluvias de marzo, el campo ha necesitado menos agua para el riego y eso se ha visto reflejado en los consumos. En el Canal Campo del Turia, por ejemplo, han gastado alrededor del 83% de su concesión.
Respecto al abastecimiento urbano, los consumos han sido muy similares a los de años anteriores, aunque en casos como la ciudad de Valencia y toda su área metropolitana, ha aumentado ligeramente (con 113 hm3).