El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha sido contundente en la Sesión Plenaria de este 10 de septiembre en el Congreso de los Diputados en lo referente a la ubicación de las estaciones de alta velocidad. El titular de la cartera ha calificado de «rotundo fracaso» las estaciones que se han instalado fuera del casco urbano y ha nombrado a la conquense estación ‘Fernando Zóbel’ como una de las terminales que, asegura «no son operativas» y «perjudican el propósito fundamental de una estación de tren», que es la llegada y salida de viajeros.
El debate se ha producido en el contexto de la interpelación urgente del Grupo Parlamentario Mixto al ministro de Transportes y Movilidad Sostenible «sobre los trámites, plazos y presupuestos para la licitación de las obras de construcción de las nuevas estaciones ferroviarias de Pamplona y Tudela, enmarcadas en el corredor navarro de alta velocidad». El encargado de la defensa de dicha interpelación ha sido el diputado Alberto Catalán Higueras, perteneciente a la Unión del Pueblo Navarro.
Estas declaraciones se han producido en relación a la instalación de la alta velocidad en la estación situada en el centro de Tudela que, desde hace 22 años se había proyectado ubicarse en las afueras del municipio, al este del Hospital Reina Sofía. Puente ha enmarcado la cuestión como «una discusión ferroviaria de carácter general», que se repite cada vez que la alta velocidad llega a un municipio y que, asegura, «normalmente genera fricciones con los poderes territoriales». El dilema habitual, señalaba el ministro, es si «mantener la centralidad o desplazar la estación fuera de la ciudad», una opción que en la práctica ha demostrado ser negativa según ha referido Puente.
Para ratificar su afirmación, el ministro ha enumerado ejemplos concretos de estaciones que ha señalado como «no operativas» en la que ha destacado la ‘Fernando Zóbel’ de Cuenca junto a Requena, Villena, Segovia, Burgos y Tarragona. Puente se ha referido a todos ellos como «casos de fracaso para el servicio ferroviario». Puente ha destacado especialmente el caso de Burgos, que ha calificado como «paradigmático» porque a pesar de la llegada de la alta velocidad «se redujo el número de pasajeros que se movían en tren entre esa localidad y el resto de España», señalaba Puente.
El titular de Transportes y Movilidad Sostenible también ha advertido del perjuicio que suponen los intereses urbanísticos que, apunta, en ocasiones, influyen en estas decisiones. En este sentido, Óscar Puente ha referido que «a veces la especulación urbanística se mezcla con lo ferroviario, como si las estaciones fueran una especie de bálsamo de Fierabrás para la construcción de viviendas». El ministro ha destacado que esa lógica acaba generando infraestructuras poco útiles y alejadas del objetivo esencial de cualquier estación, «la llegada y salida de viajeros de la manera más eficiente posible».