La residencia María de Molina volverá a abrir sus puertas, como ya adelantó Voces de Cuenca, tras quedar desiertas las tres licitaciones que sacaron para su gestión. Sin embargo, las previsiones iniciales de la Junta han variado en cuanto al perfil que podrá hacer uso de las instalaciones y, aunque se barajó su reapertura como albergue juvenil, ahora se apuesta para que lo haga como residencia universitaria, pero “con un modelo más abierto a diferentes perfiles juveniles”, ha matizado la delegada de la Junta en Cuenca, Marian López.
“Se está trabajando con la Universidad de Castilla La Mancha (UCLM) tanto para crear un recurso habitacional para estudiantes y jóvenes, como en un posible convenio conjunto”, ha adelantado la delegada.
El edificio, ubicado en pleno centro de la ciudad de Cuenca, fue reformado gracias a una inversión de 800.000 euros y cuyas obras comenzaron en 2021. En un principio, el albergue iba a cubrir las necesidades de hospedaje que pudieran surgir en todo lo relacionado con la actividad formativa que desarrolla el Centro Nacional de Estudios Penitenciarios, aunque también estaría abierto al conjunto de la ciudadanía. Esta instalación cuenta inicialmente con 80 plazas que se pueden ampliar a 102.