El Jardín de los Poetas, uno de los espacios más singulares y desconocidos del Casco Antiguo de Cuenca, se encamina hacia su recuperación. El Ayuntamiento ha aprobado por unanimidad de los concejales en pleno una propuesta para su rehabilitación integral, limpieza y reapertura, así como para dotarlo de una programación cultural estable y participativa que devuelva la vida a este rincón histórico.
Ubicado junto a la iglesia de San Gil, con vistas privilegiadas al Huécar y al Cerro del Socorro, el jardín fue reabierto en 2017 tras una inversión de más de 400.000 euros, pero el abandono posterior lo ha llevado de nuevo a un estado de degradación: grafitis, zonas verdes descuidadas y un ascensor fuera de servicio son algunos de los problemas que presenta en la actualidad.
La propuesta, impulsada por Cuenca en Marcha, pone el foco no solo en la mejora física del enclave, sino en su revitalización mediante actividades culturales, literarias y artísticas organizadas en colaboración con las asociaciones vecinales. Del mismo modo y, sobre la vandalización y el «problema» que supone tener pendiente a una persona para la apertura y el cierre del espacio, en lugar de la instalación de cámaras, como propuso Vox, García instó al consistorio a apostar por una valla que se abra y se cierre digitalmente.
A este respecto el concejal de Festejos, Juventud, Medio Ambiente y Sostenibilidad, Participación Ciudadana y Barrios y Pedanías, Alberto Castellano, apuntó que se habían realizado labores de mantenimiento y que ya se estaba trabajando en la creación de un programa cultural por parte del Consistorio, tal y como había sucedido con la Torre de San Gil. Sobre la instalación de un cierre digital, Castellano sostuvo que ya se había trabajado en esa dirección con las asociaciones vecinales y que tenían que seguir solicitando informes y valorando «los costes y el mantenimiento» que supondría un mecanismo de estas características.
Por su parte, desde el Grupo Municipal Popular el concejal Juan Guadalajara insistió en que estaba de acuerdo con la formación de García, apuntando que “el mejor mantenimiento para un espacio público es el uso”. Guadalajara señaló que todas las infraestructuras de la ciudad y, particularmente el Jardín de los Poetas, presentaba la necesidad de cuidar las inversiones públicas y no tener que acometer grandes proyectos de rehabilitación.
Uno de los aspectos señalados durante el debate fue la dificultad de acceso al jardín para personas con movilidad reducida, especialmente por lo complicado que resulta llegar desde el ascensor desde la calle con la presencia de barreras arquitectónicas. Tanto el Gobierno local como la oposición coincidieron en la necesidad de replantear la accesibilidad del enclave si se quiere hacer verdaderamente inclusivo.
Pese a estos retos, la moción fue aprobada por unanimidad, sin votos en contra ni abstenciones, con el respaldo de todos los grupos municipales. El objetivo común: devolver al Jardín de los Poetas su valor como espacio público para el disfrute de la ciudadanía y para la vida cultural del Casco Antiguo.