Que Gustavo Torner es uno de los artistas más influyentes del siglo XX en España no es una novedad, como tampoco que es el pionero e impulsor del arte abstracto. Una prolífica carrera en la que quizá, una de sus principales facetas se haya quedado en segundo plano, como lo es su perfil científico. Sus obras están plagadas de referencias a la ciencia, bien lo evidencian las figuras geométricas de sus esculturas o su obra pictórica. Pero hay más, quizá, en lo que profundizar, y de llevarlo al público se va a encargar José Manuel Sánchez Ron, un buen amigo del artista conquense, catedrático emérito de Historia de la Ciencia en la Universidad Autónoma de Madrid, y buen conocedor de su obra, que este jueves intervendrá en el ciclo de conferencias que se están desarrollando en el Espacio Torner a las 19.00 horas, con una conferencia que reza ‘Gustavo Torner científico’.
-¿Por qué ‘Gustavo Torner cientifíco’, que le inclinó a profundizar en este perfil?
– No quiere decir que haya sido científico, aludo a la importancia que ha tenido la ciencia en muchas de sus obras. Desde las figuras geométricas: triángulos, circunferencias… a obras pictóricas que solo se pueden entender si se poseen conocimientos científicos, tales como ‘Átomos y los cuatro elementos’, en el que la tierra, el aire o el fuego son los protagonistas en sus colores; o en ‘Homenaje a Galileo’, en el que aparece un péndulo.
– Comenta que no se puede entender la obra de Torner sin obviar la ciencia
– Sí, es imposible entenderla sin ligarla a la ciencia y, a su vez, hay que ahondar en la importancia que cobran las matemáticas y la geometría. En este sentido, se puede apreciar en ‘Yo collage a Vesalio’, en donde evoca, a través de sus figuras geométricas, la revolución que desató Vesalio en el campo de la medicina. Cabe recordar que este médico originario de la Bruselas española es el padre de la anatomía humana moderna, y será un tema en el que incidiré y remarcaré en mi conferencia.
– ¿Qué lleva a Torner a enlazar arte y ciencia?
– No podemos olvidar ni obviar su perfil de ingeniero forestal. Una profesión que ejerció y, de hecho, en la que comenzó a dibujar toda la vegetación con la que trabaja. Pero, además de eso, tuvo una gran influencia científica y técnica en el plano familiar, ya que su abuelo paterno era ingeniero militar, y uno de los mejores matemáticos de nuestro país. Así como su padre, que fue profesor de física en la Escuela de Ingenieros de Montes.
– Ahondando en esta faceta del artista, ¿qué le va a descubrir a los asistentes con su intervención?
– La forma de entender a un Torner oculto, ya que se configura un perfil que va más allá de las formas y el color, y dilucida un lado no solo científico, si no más bien matemático con una profunda visión del universo. Por ello, durante el transcurso de mi intervención me centraré en exponerlo con ejemplos para ayudar a esas interpretaciones.
– Su amistad con Torner se remonta a la época en la que coincidieron en la Fundación Juan March, cuando usted escribía sobre su historia y el artista conquense era director de exposiciones. Después de tantos años y una gran amistad, ¿qué le genera participar en este homenaje por su centenario?
– Para mí es un gran orgullo por el gran cariño y amistad que le profeso, pero creo que también debería serlo para los conquenses, ya que en mi opinión se ha ensalzado más la figura de Fernando Zóbel que la de Torner, y creo que este último ha sido un gran embajador para su tierra, la cuál ha situado por todo lo alto, en el panorama nacional e internacional. Por lo que creo que ahora es el momento de que todos sus paisanos les muestren su agradecimiento.