La Plataforma Contra el Cementerio Nuclear en Cuenca ha valorado de forma muy positiva que el 27 de diciembre «se cerró definitivamente el proyecto del Cementerio Nuclear. No solo por el acuerdo tomado en el Consejo de Ministros dejando sin efecto el expediente de licenciamiento del ATC, sino también por la aprobación definitiva del 7º Plan general de residuos radiactivos, actualmente en ejecución».
Este colectivo destaca que la empresa pública responsable de la gestión de los residuos radiactivos y nucleares (ENRESA) «visitó a las poblaciones cercanas a Villar de Cañas para ofrecerles dinero, con la clara intención de comprar voluntades. Los ediles de El Hito y Alconchel de la Estrellla son todo un ejemplo y los auténticos héroes de esta epopeya. Pero esos ayuntamientos que rechazaron ese dinero, se ven en inferioridad de condiciones con respecto al resto. Así Tomas Borona, alcalde de Alconchel de la Estrella, no concibe que, rechazando el dinero de ENRESA, no se les compense de alguna manera, como sí ocurre con otros alcaldes que sí recibieron el dinero y, lo que es más sangrante, Villar de Cañas.
Para Tomás Borona, alcalde de Alconchel de la Estrella, “hemos sido coherentes y hemos renunciado al dinero envenenado que nos quería regalar ENRESA. Ahora que no se va a hacer el ATC, nos gustaría saber si se nos va a compensar por la pérdida de ingresos (como parece que va a recibir Villar de Cañas), qué han hecho los ayuntamientos con ese dinero o si lo van a devolver. Todo lo relacionado con el cementerio nuclear ha estado plagado de chanchullos y opacidad”.
«Muchas mentiras»
La Plataforma señala que «muchas mentiras se han contado desde el entorno de los promotores del ATC, que con el paso de los años, se han demostrado falsos: como la creación de entre 400 y 1.000 puestos de trabajo (Enresa solo reconoce 75 en su mayoría de la plantilla actual que trabaja en su sede de Madrid). También se ha dicho que las inversiones millonarias serían un revulsivo para la comarca, cuando el único almacén de residuos radiactivos existente en el Reino de España, no ha sido más que un tremendo hándicap para la Comarca de Hornachuelos».
Estas mismas fuentes han asegurado que «las empresas y autónomos posicionados en contra del cementerio nuclear, han perdido clientela al ser señalados por el alcalde y la secretaria del ayuntamiento de Villar de Cañas. Además un conflicto de este calibre, interfiere de forma muy negativa en la convivencia, familiares y amigos antes unidos, se ven enfrentados. También sectores como del comercio, el turismo de naturaleza y los productos agroalimentarios ecológicos se han resentido, entrando en un largo periodo de incertidumbre, ante la posibilidad de ver dañada la imagen de sus productos». Además, afirman que el actual y el anterior alcalde de Villar de Cañas «son los principales responsables de poner en riesgo los modos de vida de toda una comarca, movidos exclusivamente por intereses personales».